Cuanta más
información tengamos a nuestra disposición mejor conduciremos. Gracias a
los HUD o sistemas de información proyectada sobre el parabrisas
o Sistemas de Realidad Aumentada.
En las últimas dos décadas la forma en la que
nos comunicamos con las máquinas está cambiando a pasos de gigante. En los
coches también.
Hasta ahora,
disponemos de imágenes proyectadas sobre el parabrisas que nos indican
velocidad, dirección a tomar según el navegador, pero la tendencia es convertir
todo el todo el parabrisas en un HUD y mostrar en él ayudas
reales a la conducción, convirtiendo el parabrisas en una pantalla gigante de
una especie de visión nocturna en lugar convertirlo en un velocímetro digital
que ocupa una pequeña porción del mismo.
En General
Motors han creado un parabrisas cubierto por varias películas de
fósforo que emite una vistosa luz cuando sus
partículas se excitan con un laser de alta intensidad.
Para mostrar
las ayudas, diferentes cámaras y sensores recogen lo que sucede alrededor del
vehículo y que puede escapar a la vista del conductor para reflejarlo
directamente sobre el parabrisas y en la posición que ocuparía en el espacio
real, de forma que como podemos apreciar en la foto, este sistema puede ayudar
a definir el extremo del asfalto en días de niebla densa o lluvia intensa,
dibujar la silueta de un ciervo en la carretera, ayudar en la navegación,
resaltando las señales de indicación de dirección.
En Opel el
sistema Eye ns avisa si circulamos por encima del límite marcado por las
señales, éstas pasarán a iluminarse para avisar que hemos
superado la velocidad máxima permitida.
Aun queda un
largo camino por recorrer. Para empezar hay que medir un montón de
parámetros: imágenes con cámaras, sensores en las ruedas y motor, ángulo de
giro del volante, velocidad y un sinfín de parámetros. Después hay que analizar,
quizás el paso más complicado. ¿Cómo saber lo que quiere el conductor y los
demás vehículos, y saber además lo que es seguro para él? Y por último recomendar
la acción adecuada, o que el coche la tome de forma autónoma.
El futuro a corto y medio plazo: Para
empezar, los sensores externos tienen todavía un trecho por recorrer:
sistemas de aviso de cambio involuntario de carril, anti-colisión,
reconocimiento de señales, visión nocturna, etc. Esta será la realidad a corto
plazo, una colonización de la electrónica en el automóvil que afectará cada vez
a modelos más básicos. A medio plazo, la comunicación car2car será la
que permita un avance más interesante. Sincronización con los semáforos,
optimización del tráfico, sistemas anti-colisión, etc. Aquí las posibilidades
son infinitas y el límite no lo pone la imaginación, sino la tecnología, de
difícil implantación en algo tan complicado como la circulación de coches.